Siento un dulzor amargo...

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Romance para María Helena II   A María Helena... La Calandria

Siento un dulzor amargo...

Víctor Eduardo Gennaro (General Pico, La Pampa - 15/12/2008)


Qué difícil que se me hace cuando se acerca esta fecha...

17 de Diciembre...

Para mi siempre será un día de dolor aunque la recuerde con alegría...

Qué difícil es traer de la memoria algo que pensé ya estaba superado, una herida que ya había cicatrizado, pero desde hace mas de un año cuando encontré el blog y me refrescara sucesos no trascurre un día sin que por mi mente pase algún recuerdo de alguien que fue muy especial...

Cuántas cosas difíciles por las que psíquicamente, físicamente y emocionalmente uno debe pasar...

Pero gracias a Dios a esos momentos dolorosos los compensan lindos momentos vividos.
Me imagino escribiéndole un e-mail a María Helena; Tendría para recordarle un montón de cosas vividas, también tendría muchas cosas nuevas para contarle, seria como encontrar a una persona querida que hace tiempo no la veo...

También y esto creo que es lo mas importante, necesitaría pedirte perdón... creo que empezaría con algo así:

... Mari qué grata que fue tu amistad, creo que no hay palabras ni acción para describirla, qué lindo fue conocerte en aquella Radio El Mundo y aquella primera charla que tuvimos en el viejo Canal 9, qué lindo fue cuando fuiste a la Clínica Lanús a conocer a mi sobrino recién nacido allá por 1969, ¿sabés?, hoy tiene los mismos años que vos no pudiste vivir; pensar que te íbamos a pedir que fueras la madrina de bautismo...

¿Por qué habrá querido el destino que así no fuera? Qué lindo que fueron tantos momentos... Hoy que han pasado tantos años me doy cuenta cuantas cosas una persona puede vivir en poco tiempo, o será que cuando uno es joven el tiempo no pasa tan de prisa y quizás unos meses parecen varios años...
 
Mari, ¿sabés algo más?... Cuando pienso en aquellos tiempos vuelvo a ser el mismo "pibe" del Valiant azul, el mismo de la moto BMW a la cual nunca quisiste subir porque siempre ponías la excusa de que cuando yo te invitaba vos estabas con polleras, esa misma moto que me llevo a un accidente; o cuando en las peñas o actuaciones por los Buenos Aires te enojabas por mis bromas; también cuando en la peña de Hernán Figueroa Reyes te llamé por el nombre de otra cantante litoraleña...

Cuando en un pueblo cerca de Junín me disfracé de "Chofer", o cuando en Los Toldos me disfracé de "Indio"... eran bromas de las cuales después todos nos reíamos... Todavía tengo en mi mente tu risa después de las broncas... y tus palabras: "no seas chiquilín, que me da vergüenza".

... Mari, también para mí fue muy doloroso cuando no te pude ver por varios meses, quizás mi juventud no entendía lo que te estaba pasando en lo artístico y es tal vez aquí es donde me tengas que perdonar.

... Mari, mi familia siempre me recuerda que me fuiste a ver aquellos primeros días de Diciembre cuando estuve internado y sin conocimiento por haber tenido un accidente con esa moto a la cual vos nunca quisiste subir... ¡Cómo me hubiese gustado despertar en ese momento y verte ahí!... Qué cosas tiene el destino, ya nunca más te volvería a ver, ni siquiera pude ir a despedirte en el ultimo momento, mi invalidez temporal no me lo permitió; cuando me enteré de lo que te había ocurrido fue más fuerte ese dolor que las heridas que me había provocado mi accidente.

... Mari, ¿sabés otra cosa?, me casé con una folclorista que dos años después cantó en el mismo escenario en el que vos cantaste por última vez... Sí, ahí en el Festival de Santo Tome... hoy me pregunto... ¿habrá sido el destino, o fuiste vos que desde el cielo me elegiste a mi compañera, la que hoy es mi esposa?... Si fue así te vuelvo a agradecer como varias veces te agradecí tu amistad... porque no te equivocaste... y creo que también fue tu intervención ante Dios para que mi esposa me diera dos hermosas hijas... Otra coincidencia, dos mujeres con la misma diferencia de edad que vos tenias con tu hermana.

... Mari ¿te acordás como yo te llamaba?... Ese es un secreto que seguiremos manteniendo, como tantos otros... Sigo siendo el mismo muchacho con los mismos buenos principios y respetuoso de la mujer que vos conociste, aunque sí mucho mas viejo.
Seguramente Dios te está cuidando mucho mejor de lo que lo haríamos nosotros los mortales...
Sigue descansando y cantando en ese Coro Celestial en el cual seguramente serás la primera voz...
Me despido de vos hasta cuando el Señor todopoderoso lo decida.

Aquí en la tierra siempre serás recordada, y aparte jugás con una ventaja: seguís tan linda y joven como siempre!!!