Recuerdo (a María Helena)
Daniel Tadey (01/02/2014)
Un querer distante que segó la muerte,
miles de alegrías que no olvido más,
tu partir temprano me dejó esta suerte
de amarte en silencio, de no tener paz.
Siempre me acompaña tu inmensa ternura,
dulce trovadora, sol del Litoral,
bella como rosa, como el agua, pura,
tu luz tiene el brillo del áureo trigal.
Se marchó tu alma detrás de una estrella,
maestra de vida, maestra de amor,
no entiendo al destino que truncó tu huella,
¿qué dura injusticia marchitó tu flor?
Llevo tu recuerdo convertido en canto,
sólo me consuela la miel de tu voz,
mi tango te evoca, empapado en llanto
por esta condena que me impuso Dios.