A María Helena
Miguel Angel Jacquier (Posadas 17.12.1970)
Esta tierra mía te esperaba ansiosa,
para que fueras su adalid,su pregonera
y te entregó su río como ofrenda hermosa
y te dio el derecho de ser Misionera.
Esta tierra mía huérfana de trinos
precisaba de un ave que al mundo cantara
que somos pedazo de suelo argentino
y que nuestrs vidas en su voz llevara.
Y llegaste un día tímida y temblando
y tu voz nos diste franca y amistosa
y nació Misiones contigo cantando
y nació la hija de esta tierra hermosa.
Antes que vinieras las noches de luna
del anfiteatro estaban vacías
y miles de voces te hicieron la cuna
cuando entre canciones alegres nacías.
Recién de ese entonces nuestro festival
tenía una niña, su hija mimada
y las nueve noches del mes estival
mojaban de canto a la dulce Posadas.
Y fue un diecisiete del mes de diciembre
en que nuestra ave fue a peregrinar
levantó su vuelo y marchó para siempre
hasta el mismo cielo para allí cantar.
Como tú decías, dulce Maria Helena
Esta tu Misiones de la tierra roja
te llora y te llora de tristeza llena
sin consuelo el viento de pena se moja.
Era un diecisiete, la niña mimada
se fue para siempre a la paz del Señor
no tiene consuelo la dulce Posadas
y sangra llorando todo su dolor.
Extraña ironía que tiene el destino
tu último canto: Canción del Adios
nos queda un consuelo, al final del camino
estamos seguros, te esperaba Dios.